El árbol de la vida, Hod

Hod es el tercer Séfira de la columna de la izquierda y representa la búsqueda de la perfección a través de la verdad. Es, al mismo tiempo, el segundo del Mundo de Formación. De este centro recibimos toda la energía necesaria para impulsar nuestro cerebro a no contentarse sólo con los placeres que nos ofrece el Séfira anterior, Netzah.

El lado izquierdo de nuestro cerebro, de donde emana esta energía, remueve los cimientos de nuestra personalidad profana para activar el mecanismo que nos permite corregir los desmanes que hayamos podido cometer bajo el imperio de los sentidos (Venus).

Hod ha heredado el pensamiento activo de Binah y es el encargado de legislar, de discernir lo que es lícito de lo que no lo es, en lo referido a nuestro programa humano. Tal como reza la ley hermética «Como arriba es abajo», Mercurio-Hod es el guardián de esta analogía. Gracias a sus radiaciones, podemos descubrir los secretos de los dioses. Como se trata del último Séfira de la columna de la izquierda, constituye el último eslabón de la cadena del escenario de nuestras experiencias. El aprendizaje no será fácil, por la vía del dolor, pero Hod insuflará a nuestro paisaje humano chispa, creatividad y una gran capacidad de análisis. En la leyenda mitológica, Hod-Mercurio-Hermes era hijo de Hesed-Júpiter y hermano de Apolo-Netzah.
Cuenta la historia de los dioses que Júpiter, su padre, le ordenó ser su mensajero, debiendo transmitir los mensajes del Olimpo a los mortales. Mercurio actúa pues de lazo de unión entre el cielo y la tierra, su función en lo profundo consiste en comunicar a la mente concreta los planes y objetivos del Ego superior o, dicho de otro modo, nos ayuda a descubrir desde abajo el funcionamiento de los mundos de arriba, nos aporta la comprensión.
Hod-Mercurio administra los contenidos de Géminis y Virgo. En Géminis, actúa positivamente aportando discernimiento a la exteriorización del pensamiento. En Virgo, actúa por su polaridad negativa y nos confiere una gran capacidad analítica y de síntesis. Estamos ya en el pilar número ocho para la construcción de nuestra personalidad, siguiendo el orden establecido en el Árbol de la Vida, lo cual significa que hemos realizado un recorrido por los siete anteriores, adquiriendo actitudes que permiten una alta definición de nuestro edificio interno.
El octavo pilar ofrece ingredientes que nos ayudarán a comprender mejor nuestra realidad: llegar al Análisis y la Razón a través de la Comunicación.
Hemos librado muchas batallas con nuestras tendencias internas y con su proyección al exterior y es tiempo de realizar un análisis aplomado de la situación resultante. ¿A quién hemos ofendido en nuestro afán indiscriminado por competir y por qué? Esa podría ser una buena pregunta a formularse.
Es el momento de recurrir a la lógica y la razón, permitiendo que la inteligencia penetre en nuestros proyectos y nos ayude a superar las fases emocionales y los impulsos instintivos.
Es tiempo de soltar las amarras que nos unen al pasado y de hacerlo de forma consciente, como resultado de una reflexión muy madurada y de un análisis pormenorizado de las actitudes abandonadas y superadas a lo largo del camino.

Si quieres obtener tu Árbol de la Vida personalizado haz clic aquí

Tristán Llop
http://elarboldorado.com/productos/shungit-la-piedra-inteligente/

1 comentario:

Colorin azulado dijo...

Tengo en Hod mercurio, marte y plutón. Me siento muy identificada con lo que dice de la verdad y lo que es lícito y no lo es, practicamente ese es el motivo de la mayoría de mis "problemas" en esta vida. Es como si tuviese muy claro que hay cosas que están bien y las que están mal hay que corregirlas, pero a la vez no quiero meterme donde no me llaman y quiero respetar a los demás ¿Quién soy yo para corregir a nadie? Pero luego la vida me regala anécdotas como que soy correctora en una página de críticas de cine o fui correctora batante tiempo en unos cursos online. Por lo tanto debe formar parte de mi programa el corregir. Espero saber hacerlo con corrección.Quiero aprender a corregir con justicia y sin meterme donde no me llaman.
Por otra parte soy muy sincera.