En cierta ocasión le decía Pu Shang a Confucio:
-¿Qué clase de sabio eres tú, que te atreves a decir que Yen Hui te supera en honradez; que Tuan Mu Tsu es superior a ti en oratoria; que Chung Yu es más valeroso que tú; y que Chuan Sun es más elegante que tú? (sigue...)
-Sí, todo esto es cierto – añadió Confucio.
-Entonces, ¿por qué los cuatro son discípulos tuyos?
-Yen Hui sabe cómo ser honrado, pero ignora cómo ser flexible.
Tuan Mu Tsu sabe cómo explicar las cosas, pero le cuesta dar un simple sí o una negativa por respuesta.
Chung Yu sabe cómo ser valeroso, pero olvida ser prudente.
Chuan Sun Shih sabe cómo ser elegante, pero se desentiende de ser modesto.
Por eso los cuatro están contentos de estudiar conmigo.
El sabio a menudo se caracteriza por dar un uso adecuado a la información que caiga en sus manos, es decir, comprender los mensajes directos, indirectos y subliminales y actuar en consecuencia. Sabe enfocar la vida desde diferentes perspectiva y ayuda así a los que le rodean a suplir sus carencias.
Significa que debemos intentar, al igual que el sabio, conectar a diferentes frecuencias, extender nuestra antena parabólica para captar más canales, para entender otros lenguajes.
La sabiduría es el brazo derecho de la providencia o de lo que más comúnmente llamamos suerte y para atraerla a nuestra vida existen ciertas actitudes que allanarán el camino.
¡Que la sabiduría te acompañe!
Recuerda, si te gusta, compártelo. Gracias.
Tristán Llop
No hay comentarios:
Publicar un comentario