¿A quién has etiquetado hoy?

Estamos rodeados de etiquetas. Todos los productos que compramos tienen etiquetas que nos hablan de su contenido. Pero también etiquetamos a las personas y las situaciones que vivimos a diario.
Carmen es desagradable; Luis es estupendo; Lidia es una envidiosa; Antonio es de derechas, Maribel es de izquierdas…

La pregunta es: ¿Lidia es siempre envidiosa? ¿En algún momento del día es simpática, amable, dulce, con alguien?

¿Cuándo ponemos una etiqueta a alguien o a una situación de nuestra vida, es para siempre?

La división básica que utilizamos está entre lo bueno y lo malo, con sus escalas de graduaciones. Juan se ha portado
fatal conmigo en los últimos años, así que lo tengo en la lista delos malos, pero un día salva la vida de mi hijo cuando iba a ser atropellado. Automáticamente pasará a la lista de los buenos y olvidaré todas sus afrentas.

Mi propuesta es que nos demos cuenta de que las etiquetas sólo son temporales, sirven para un instante y una vez utilizada debemos eliminarla. Sobre todo en relación con nuestra propia vida, porque las experiencias que vivimos están relacionadas con las necesidades de nuestra propia evolución y no debemos catalogarlas como buenas o malas. Es preciso asimilar el mensaje que aportan y desprendernos de la emoción que han generado en nosotros.

Si tratas de quitar la etiqueta de Carmen de desagradable y te fijas sólo en lo que te enseña cada vez que se muestra desagradable contigo, esa etiqueta desaparecerá.

¡Desetiqueta Ya!

Tristán Llop