Cuando leemos un contrato, es fácil fijarnos en los puntos principales, dirigir nuestra mirada hacia lo que sabemos que está escrito. En cambio, se nos escapan a menudo los pequeños detalles, lo que llamamos “la letra pequeña”.
En la vida, sucede exactamente lo mismo. De forma continua pasamos por acontecimientos que tratan de llamar nuestra atención y en cambio los dejamos escapar como si nada tuvieran que ver con nuestra historia, son las anécdotas.
Las anécdotas son aquellos pequeños o grandes sucesos que tienen lugar todos los días, ese autobús que se nos cierra en las narices; ese tropiezo con la mesa (que lleva 10 años en el mismo sitio); ese accidente con el coche o la moto; ese derramamiento de leche, aceite, agua o vino; esa persona que nos llama por teléfono y se equivoca…
Las anécdotas tienen un significado, tratan de transmitirnos un mensaje, de ofrecernos una información relevante para nuestra evolución y nuestro avance y por ello es necesario descifrarla. En cuanto lo hacemos, dejan de repetirse y nuestra vida vuelve a la calma.
Las anécdotas nos acercan a la comprensión de nuestro objetivo de vida, nos señalan objetivos a seguir, porque recalcan aquello que debe ser pulido, nos ponen en el camino de la verdad.
Las anécdotas representan en sí un lenguaje que puede y debe ser interpretado. Para conseguirlo os propongo que participéis en el seminario que impartiré, que tendrá lugar el próximo sábado 1 de diciembre de 2007, en Barcelona, en Aurea’s Mon, calle Cerdenya 261 (junto a la Sagrada Familia). El horario será: de 10 a 14h y de 16 a 19h. Las inscripciones se pueden realizar a través del correo: nuevavibracion@ono.com o al tel. 687 509 748 (Tristán).
El precio del seminario irá en función de la gente que se inscriba. Es decir, con un grupo de 20 personas (que es el mínimo), saldría a 80€; si somos 30, bajaremos a 65; si somos 40, costará 55 y si llegamos a los 50 (máximo admitido), sólo costaría 50€.
El objetivo principal de este seminario es el de mostrar la importancia que tienen las anécdotas en nuestra vida y apuntar una serie de claves que ayudarán a analizar las propias y las ajenas.
Para los que vivan en otras comunidades, como ya he abierto la veda de los seminarios, pueden organizar uno en su ciudad, a partir de 20 personas y bajo las mismas condiciones.
Las anécdotas os esperan
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