Cuando oímos hablar de astrología, solemos pensar en predicciones, en revistas o periódicos en los que aparecen unas líneas indicando la previsión del día, de la semana o el mes. Esta es la faceta más conocida de este arte milenario, pero no la más importante.
La astrología y en concreto la astrología cabalística o astrocábala (desarrollada y difundida por el gran astrólogo y Cabalista, Kabaleb), es una potente herramienta al servicio del ser humano y le ayuda a comprender mejor su realidad y, por ende, la de la gente que le rodea.
Nos brindan una educación trufada de tópicos:
Aries es un toca pelotas;
Tauro un remolón;
Géminis no calla ni debajo del agua;
Cáncer es un llorón;
Leo un orgulloso;
Virgo un sabiondo;
Libra un chaquetero;
Escorpio un egoísta;
Sagitario un dictador;
Capricornio un testarudo;
Acuario un colgado;
Piscis un infiel.
¿Son ciertos estos adjetivos? La respuesta no es sí o no. Para contestar a esta pregunta es preciso comprender la energía que mueve cada uno de estos signos y, sobre todo, la razón que les lleva a ser como son.
Si Aries es un activador de conciencias, es lógico que toque las narices al personal, porque a nadie le gusta que le remuevan lo que no suena.
Si Tauro es el onceavo signo del zodiaco constituyente, lógico que le toque descansar.
Si Géminis es el signo de la comunicación, ¿qué pretendes, que se comunique por signos?
Si Cáncer es el encargado de mover las emociones, ¿como lo hará, sin sentir nada?
Si Leo tiene que dar ejemplo a los demás, ¿cómo hacerlo sin sentirse orgulloso de lo que hace?
Si Virgo es el último signo del zodiaco, lógico que se las sepa todas.
Si Libra es el signo del equilibrio, ¿cómo encontrarlo si no es capaz de ponerse en el lugar de los demás?
Si Escorpio es el signo de la autoestima, natural que empiece probando consigo.
Si Sagitario es el signo que marca la ley, normal que trate que la sigamos.
Si Capricornio es el constructor del zodiaco, ¿Qué quieres, que cambie de materiales cada dos minutos?
Si Acuario es el inventor, ¿cómo va a hacerlo si no se desconecta de la realidad que lo circunda?
Si Piscis es el signo de la exteriorización de las emociones, ¿cómo va a practicar enamorándose de una sola persona?
Cada signo tiene su razón de ser, transmite un programa. Pero lo más importante es saber que todos tenemos una parcela de cada uno de los doce signos, más o menos desarrollada, pero la tenemos.
En lugar de estigmatizar al personal con tópicos, procuremos conocernos mejor y así resultaremos más útiles a los que nos rodean.
La información de los signos está ampliada en nuestro curso gratuito de Astropersonalidad.
Si quieres, puedes tener una consulta personal en base a las astrología cabalística.
Tristán Llop
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