Una anécdota acaecida hace poco ha dado pie a una pequeña reflexión sobre la forma en que el universo conecta con nosotros.Los hechos son que a un amigo de mi hijo le han arreado un bofetón, afortunadamente nada serio. A raíz de este acontecimiento nos preguntamos qué le quería decir el universo a Sergio y se nos ocurrieron varias posibilidades. (sigue)
A) Sergio dio un bofetón a alguien otro día y necesitaba saber qué se siente cuando uno lo recibe.
B) Sergio ha generado violencia en algún apartado de su vida que ha degenerado en recibir violencia.
C) Sergio se ha presentado voluntario para recibir la violencia de alguien que necesitaba experimentar la violencia.
Evidentemente se pueden imaginar muchos otros supuestos.
La cuestión es comprender cómo el universo se comunica con nosotros. Veamos un ejemplo.
Julia lleva 3 años despotricando de su trabajo, está empleada en una fábrica y se dedica a rellenar cajas de polvos de maquillaje. Lleva 24 años realizando el mismo trabajo. Su alma lleva 3 años queriendo que cambie de vida y ella se resiste porque tiene miedo al cambio.
La primera opción del universo es siempre tratar de comunicar directamente. Para recibir el mensaje la persona debe abrir un espacio de comunicación, pasar unos minutos al día meditando, conectando con su ser interno. Julia no lo hace, está muy estresada y no se para a escucharse.
La segunda opción puede ser que Julia enferme, para así tener tiempo para escuchar el mensaje. Pero sigue sin hacerlo.
Tercera opción, la echan del trabajo. Pero en lugar de estar exultante de alegría pensando que hace 3 años que su alma le reclamaba un cambio, ella se enfada con la empresa y la demanda, alargando así su agonía.
Cuarta opción, el universo le manda una depresión, para conseguir que todo se detenga y pueda reconsiderar su vida. Para salir de la depresión deberá cambiar la orientación de su vida.
Estas sólo son cuatro posibilidades, evidentemente existen muchas más. La clave está en comprender que somos nosotros los que solicitamos ese cambio, aunque sea inconscientemente. Cuanto más tardamos en reaccionar, en escuchar a nuestra voz interna, más ingeniería debe realizar el universo para ayudarnos a avanzar.
Recuerda, si te gusta este artículo, compártelo. Gracias.
Tristán Llop
No hay comentarios:
Publicar un comentario