La vida es una eterna escuela de enseñanza, una maestra que nunca se cansa de transmitirnos nuevas lecciones o de repetirnos la misma hasta que la asimilemos. Para conseguirlo utiliza un lenguaje peculiar, el de las anécdotas (para quien tenga interés he publicado un libro llamado "el Lenguaje simbólico de las Anécdotas, editorial Nueva Vibración. está en papel y en Ebook).
A través de lo que nos sucede a diario, podemos comprender lo que esa maestra llamada vida trata de enseñarnos. la única pega es que ese lenguaje debe interpretarse y para ello es necesario utilizar el sentido común, que es una especie de mueble antiguo que a menudo dejamos que se llene de telarañas en algún lugar del desván de nuestra consciencia... (sigue)
A la hora de interpretar las señales de la vida también aparece un potente enemigo que denominamos casualidad. Solemos culpabilizar a este extraño ente de gran parte de los acontecimientos que suceden en nuestra vida. También usamos sus dos acólitos, la buena y la mala suerte.
Así, tenemos un accidente, mala suerte; nos toca la lotería, buena suerte; tropezamos con un antiguo amigo, casualidad. Hasta que no seamos capaces de desprendernos de estas 3 lapas, difícilmente podremos tomar conciencia de lo que sucede y del mensaje que la vida tiene para nosotros..
Si queréis tener un ejemplo de interpretación de simbolismo, podéis leer el artículo de Silvia Llop, Cómo dejar de comer compulsivamente por ansiedad.
Espero vuestros comentarios.
Tristán Llop
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