Aún a riesgo de pecar de publicista, me veo empujado a explicaros la experiencia vivida por un joven beninois (de Benin), en un hospital de la capital, Cotonou.
Para empezar os diré que en Costa de Marfil vive desde hace años mi socio y hermano Hippolyte y es de los pocos que ha conseguido la nacionalidad. Pero él en realidad es hijo de Benin, donde nació hace más de 50 años…
Él tiene negocios en Benin y viaja allí cada mes. En su último viaje, llamó al llegar a su amigo el ministro para saludarlo. En su lugar encontró a su mujer, que muy triste le explicó que se iba al hospital para estar con su hijo. El chico, un joven de 14 años, estaba aquejado de una dolencia grave de riñón y estaban a punto de empezar a hacerle diálisis.
Hippolyte se citó entonces con la madre en el hospital y antes de salir cogió un talismán Vitriolum, escribió en un papel: decreto que los riñones de Koné funcionen perfectamente. Puso el papel dentro de la caja del Vitriolum, debajo del talismán, con la parte del Yod tocándolo.
Cuando llegó a la habitación del hospital puso la caja abierta sobre una mesa y le dijo a la madre de llenar un vaso de agua y ponerlo encima del talismán y que cada vez que el chico tuviera sed le diera a beber esa agua y volviera a llenar el vaso.
Ese mismo día Koné orinó un líquido rojo. Al día siguiente orinó una gran cantidad, lo cual llamó mucho la atención de sus médicos. Decidieron entonces retrasar la diálisis. Al día siguiente orinó 3 veces.
Lleva una semana mejorando y los médicos andan locos a su alrededor, nadie entiende nada, salvo la madre que va explicándole a todo el mundo el “milagro del Vitriolum”.
Tristán Llop (Talismanes y Amuletos para una nueva Era)