La vigésima letra-fuerza es el Reisch. Por su situación en la tabla vemos que el Reisch es la tercera fase del Beith, la cual, siendo la primera fuerza He (porque está en 2ª posición), encuentra en el Khaf su Vav y en el Reisch su segundo He-Yod. Diremos, pues, que en el Reisch la fuerza espiritual acumulada en el Beith renace en forma de semilla productora de un nuevo universo...
En el Reisch, el ser toma conciencia de la vida divina. A través de los diecinueve estados anteriores, ha ido acumulando experiencias, ha adquirido virtudes que lo han acercado a la fuente primordial de la vida, pero es en el Reisch cuando la divinidad penetra conscientemente en él como semilla productora de una forma de vivir que, a partir de ese punto, ha de ser radicalmente distinta.
Si en la etapa anterior, la del Qof, el individuo descubría sus poderes, ahora le serán ofrecidas las circunstancias en las que utilizarlos.
Al tercer día resucitó, dicen las sagradas escrituras: el Reisch representa ese tercer día, en el tercer ciclo, en el que lo que parecía muerto resucita, en el que todo cobra una nueva vitalidad. Lo que en el Beith estaba profundamente enterrado en el inconsciente del individuo, aquello que empezó a exteriorizarse en el Khaf de una manera mundana, es en el Reisch resurrección de la espiritualidad, manifestándose como la semilla que redimirá el mundo, es decir, nuestro pequeño mundo personal.
La fuerza regeneradora del Reisch rendirá caducos los valores por los que se guiaba nuestra vida y entronizará un nuevo sistema de valores. Aquí, el hombre profano baja a la tumba y resucita de ella la personalidad sagrada. En las antiguas escuelas iniciáticas, el Reisch significaba la etapa del gabinete de reflexión, donde se encerraba al neófito, se le despojaba de sus metales y se le invitaba a renacer en un mundo en el que sus monedas ya no tenían curso.
En el Reisch, Binah, regente del ciclo, une sus fuerzas a las de Hochmah, regente de la letra y de esa unión en el tercer ciclo, o sea, el ciclo Vav, resulta que Hochmah devuelve a Binah la luz que ésta le cediera en el estado creativo inicial; de ahí que en ese nuevo mundo renazca la pureza, renazca Abel como fuerza activa, estructuradora del nuevo universo que empieza.
El Reisch es la antepenúltima letra y no es casual que el antepenúltimo genio sea Jabamiah, el que resucita a los muertos, el que regenera y restituye la dignidad a los degradados. Jabamiah es la fuerza espiritual al servicio del Reisch, la que actúa en los momentos desesperados, cuando todo parece irremediablemente perdido.
En el Tarot, el Reisch está representado por la lámina nº 20, que lleva el nombre del Juicio. En ella vemos cómo un Ángel toca la trompeta y tres muertos salen de sus tumbas, expresando así el proceso que acabamos de describir. Si el Juicio aparece en tu juego, interprétalo en el sentido de un cambio total en la valoración que el individuo da a las cosas. Se producirá en él una necesidad de desprenderse de lo material para vivir plenamente la espiritualidad. No será el cambio obligado, impuesto en la lámina. 16 por la política de Ego, sino que habrá aquí una plena adhesión de la personalidad mortal a su instancia superior. Abandono, pues, de lo mundano y resurrección de la naturaleza espiritual. La regeneración y restablecimiento de la salud, que en la lámina anterior era un potencial de cara a un futuro próximo, aquí es un presente.
Kabaleb