Los talismanes, al igual que cualquier otro objeto en nuestro universo, se ensucian con su uso, ya que los cargamos de energías de toda índole. Así, cada vez que notamos que su influencia ha disminuido o una vez al mes (más o menos) debemos limpiarlos. Para ello es preciso poner el talismán al sol durante 3 horas, después les pasaremos un trapo seco y realizaremos nuevamente el ritual con el que lo consagramos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario