Visto
el auge mundial que está teniendo la canción Despacito, me surgen varias
preguntas sobre la razón que la ha llevado a ser más viral que la Macarena. Y
también sobre la repercusión que tiene para los famosos (y para los que no lo
son) un chute de energía como el que está recibiendo Luis Fonsi, sobre todo
cuando lo enfrentan sin un coach a su lado.
En la
canción de los Del Río, el mensaje clave era: dale a tu cuerpo alegría, que
darle a tu cuerpo alegría es cosa buena. En la de Fonsi nos pide que vayamos
despacio, ¿por qué?
Estamos
en una sociedad en la que tenemos prisa para todo, vivimos alterados, lo cual
hace que perdamos muchos procesos y que debamos repetir las mismas situaciones,
anécdotas, relaciones. Algunas personas me dicen que les parece estar atrapadas
en el tiempo, por estar repitiendo vivencias.
Despacito
transmite la idea de bajar los ciclos cerebrales para ser capaces de
asimilar lo que la vida quiere comunicarnos a la primera. Y tengamos en cuenta
que ralentizar nuestros procesos de asimilación no es hacer las cosas más
lentamente, sino al contrario.
Que se
haya visto más de 4000 millones de veces, muestra la necesidad acuciante de
empezar a tomar la vida con más calma, aprendiendo a saborear cada momento y a
tomar consciencia de lo que toca, Despacito.
Por
otro lado, resulta difícil gerenciar la energía cuando nos llega de golpe, como
les pasó por ejemplo a los componentes de OT y que vimos en un reciente programa que
después de quince años seguían necesitando de la ayuda de un psicólogo (aunque
yo los hubiera orientado hacia un coach).
Los
famosos se ven expuestos de forma continua a una sobredosis de energía, la cual
les nutre, por ejemplo a través de los aplausos, pero también ejerce de droga,
porque se ven obligados a rendir al 120% para no perder su posicionamiento. Así
vemos como algunos han malogrado su vida por el exceso de estrés, como Michael
Jackson o Whitney Houston o Antonio Flores, para nombrar a alguien más cercano.
Recuerdo
una ocasión en la que estaba asesorando a una cantante muy famosa y me preguntó
cómo podía escapar a la mala energía que estaba segura que iba a recibir en la
gala de los Grammy, la cual tenía que presentar. Nosotros vemos a los famosos
como gente intocable, que están por encima del resto de los mortales, pero
generalmente se trata de gente muy sensible, que recibe sobrecargas de energía
de forma continua.
Luis
Fonsi está arrasando con Despacito pero ¿qué sucederá cuando se acabe el boom?
Necesitará un coach a su lado que le asesore para canalizar la frustración que
generará esa bajada de energía. Es probable que nunca más consiga un éxito como
éste.
No es
necesario ser famoso para vivir esta situación. Cada vez que recibimos un
exceso de energía, sufrimos un descoloque. Por ejemplo, cuando nos proponen un
gran ascenso de forma inesperada. En un cambio de trabajo, de relación, de
casa. Cuando pasamos de ganar poco dinero a ganar mucho o viceversa. En esas
situaciones también necesitamos a alguien que nos ayude a re-situarnos, a
volver a equilibrar nuestra energía.
Durante
los dos años que trabajé para el programa de OT, entrevisté a todos los chicos
de la Academia y tenían un denominador común, el miedo al después. Cualquier
cambio brusco o inesperado en nuestra vida requiere de un re-equilibrado y para
ello debemos aprender a hacer las cosas con calma, tratando de tomar
consciencia del proceso que estamos viviendo.
Reza un
dicho “vísteme despacio, que tengo prisa” o, como diría Fonsi, Despacito.
Tristán
Llop
Coach
Internacional
1 comentario:
me encantan todos tus temas Saludos eres un maestro DESde Puerto Rico
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