Siento que tengo la obligación de contar los resultados que he obtenido con el Vitriolum.
Para empezar, ya ha desaparecido el problema de salud que me aquejaba desde hace tiempo, me sentí como descargada de un gran peso, muy ligera y como si no me faltara nada, feliz y tranquila.
Después he pedido por la salud -mía- y estoy alucinada. soy terapeuta floral y las flores no me hacían nada, desde el día que hice el ritual soy otra, ¡Dios bendito!
Además, me he encontrado con que algunas personas que se cambiaban de acera cuando me veían llegar, ahora me saludan y miran con otros ojos.
Pero lo más curioso de todo sucedió cuando pedí al Vitriolum que alejara de mí a mis enemigos, tanto interiores como exteriores, y cual ha sido mi sorpresa cuando mis hermanos han desaparecido de mi panorama diario, no me llaman, ni me cogen el teléfono, vale que yo tengo en casa tres a Plutón conjunto a la Luna en cuadratura a mi Sol y Mercurio, y ya sé que existen con ellos cosas del pasado pero.... yo los llamo y los quiero.
Gracias por todo.
Alicia
La luz se transmite
Gracias Carmen, tu valiente alegato me ha ayudado a salir del “armario”. Realmente estamos viviendo tiempos confusos, pero también tiempos de grandes oportunidades, debe ser porque la oscuridad y la luz siempre andan juntas.
Mientras leía tu testimonio “un rayo de luz en la oscuridad”, me puse a llorar (es mentira lo de que los hombres nunca lloran), pero creo que eran lágrimas de liberación. Quizá es que me hicieron ver que mis esfuerzos tal vez sean fructíferos, al fin y al cabo.
Mi pareja lleva tiempo pasando por un periodo de inestabilidad emocional (ella prefiere llamarlo directamente depresión, pero a mí todavía me cuesta pronunciar esta palabra). Sus cambios de humor son habituales, pero lo más triste y desesperante es que ninguno de los manuales que nos venden funciona.
Empiezas por visitar “especialistas”, te ofrecen pastillas, que en nuestro caso nunca han funcionado y consejos bienintencionados, pero huecos…
Luego los amigos y la familia te ofrecen sus recetas, pero desde lejos, porque notas como van alejándose y usan sobre todo el teléfono o el mail, quizá por miedo al contagio, como bien apuntabas.
Entonces sientes que estás sólo con la persona a la que amas y que anda más perdida que un pulpo en un garaje, como tú mismo.
Creo Carmen que al final tienes razón y lo principal que puedo dar es AMOR, pero incluso esto resulta difícil, porque mi pareja me dice que me busque una novia que sea más buena que ella. ¡Inaudito! Tu mujer diciéndote que te eches novia…
Quiero aprovechar estas líneas para decirte varias cosas:
Primero: que somos muchos los que nos solidarizamos contigo, con tu situación y que estamos dispuestos a mandarte AMOR, aunque sea a distancia.
Segundo: que con tu plática del otro día has hecho que un rayo de luz penetre en mi realidad actual, lo cual significa que la luz se transmite.
Y tercero que gracias a gente como tú, la vida va cobrando nuevos valores.
Gracias.
Ah, se me olvidaba, doy las gracias a Tristán por permitirme colaborar con estas líneas en su blog y aprovecho para decirle que me compré la medalla del Shalom y me tranmite paz y sosiego cuando la llevo.
Ricardo
Mientras leía tu testimonio “un rayo de luz en la oscuridad”, me puse a llorar (es mentira lo de que los hombres nunca lloran), pero creo que eran lágrimas de liberación. Quizá es que me hicieron ver que mis esfuerzos tal vez sean fructíferos, al fin y al cabo.
Mi pareja lleva tiempo pasando por un periodo de inestabilidad emocional (ella prefiere llamarlo directamente depresión, pero a mí todavía me cuesta pronunciar esta palabra). Sus cambios de humor son habituales, pero lo más triste y desesperante es que ninguno de los manuales que nos venden funciona.
Empiezas por visitar “especialistas”, te ofrecen pastillas, que en nuestro caso nunca han funcionado y consejos bienintencionados, pero huecos…
Luego los amigos y la familia te ofrecen sus recetas, pero desde lejos, porque notas como van alejándose y usan sobre todo el teléfono o el mail, quizá por miedo al contagio, como bien apuntabas.
Entonces sientes que estás sólo con la persona a la que amas y que anda más perdida que un pulpo en un garaje, como tú mismo.
Creo Carmen que al final tienes razón y lo principal que puedo dar es AMOR, pero incluso esto resulta difícil, porque mi pareja me dice que me busque una novia que sea más buena que ella. ¡Inaudito! Tu mujer diciéndote que te eches novia…
Quiero aprovechar estas líneas para decirte varias cosas:
Primero: que somos muchos los que nos solidarizamos contigo, con tu situación y que estamos dispuestos a mandarte AMOR, aunque sea a distancia.
Segundo: que con tu plática del otro día has hecho que un rayo de luz penetre en mi realidad actual, lo cual significa que la luz se transmite.
Y tercero que gracias a gente como tú, la vida va cobrando nuevos valores.
Gracias.
Ah, se me olvidaba, doy las gracias a Tristán por permitirme colaborar con estas líneas en su blog y aprovecho para decirle que me compré la medalla del Shalom y me tranmite paz y sosiego cuando la llevo.
Ricardo
Un rayo de luz en la oscuridad
Estoy deprimida y eso se siente en nuestros días como un sello, como la marca que le ponían a algunos presos en el pasado.
Cuando alguien dice que tiene cáncer o que ha tenido un ataque al corazón, todo el mundo se solidariza. Son enfermedades "populares" por decirlo de algún modo, pero la depresión es terriblemente impopular y la gente huye de tu lado como si se tratara de la lepra.
Creo que es evidente que estoy pasando por un mal momento, pero me gustaría, con estas palabras, facilitar la toma de conciencia de algunas personas. Ya me siento yo bastante mal por no saber la razón que me ha llevado hasta este precipicio, pero todavía me aisla más ver como la gente que me quiere se aleja, por pura impotencia, supongo.
Quiero aprovechar estas líneas para decirle a todas las personas que viven, conviven o conocen a alguien que pasa por un proceso depresivo, que necesitamos AMOR, que nos hablen, que nos escuchen, que se acerquen a nosotros sin miedo al contagio. Que queremos que nos cuenten chistes, cosas divertidas, que nos ayuden a salir de la tristeza profunda que estamos viviendo.
A veces, sería suficiente con una sonrisa, con una llamada telefónica, con una palabra amable, con una caricia en la espalda. Generalmente sobran las arengas, los discursos o los consejos bienintencionados. La mejor medicina es el amor.
Bueno, parece que me he desviado un poco de mi objetivo inicial, pero lo que he dicho me ha salido del corazón y puedo deciros, sin pizca de verguenza, que he escrito estas líneas con lágrimas en los ojos.
Ahora ya voy al grano. En realidad yo he escrito a este blog para contar mi experiencia con un talismán que me regaló una amiga, un talismán llamado Energy de bolsillo.
Quiero compartir mi experiencia por si puede ser útil a otros. Tengo que decir que aunque nunca se pierde la esperanza totalmente (o eso espero), yo soy una mujer de poca fe (por lo menos en estos momentos). Pero en contraste, creo más en las causalidades que en las casualidades.
Así que cuando mi amiga me regaló el talismán, decidí ponérmelo para probar. La verdad es que me ha ayudado bastante, porque a pesar de que sigo deprimida, ahora por lo menos desde que llevo el Energy siento que tengo más energía y ganas de hacer las cosas. Me enfrento más entera a las tareas cotidianas (que para mí representan una montaña en estos momentos) y he vuelto a salir de casa. Gracias por escucharme (o por leerme).
Carmen
Cuando alguien dice que tiene cáncer o que ha tenido un ataque al corazón, todo el mundo se solidariza. Son enfermedades "populares" por decirlo de algún modo, pero la depresión es terriblemente impopular y la gente huye de tu lado como si se tratara de la lepra.
Creo que es evidente que estoy pasando por un mal momento, pero me gustaría, con estas palabras, facilitar la toma de conciencia de algunas personas. Ya me siento yo bastante mal por no saber la razón que me ha llevado hasta este precipicio, pero todavía me aisla más ver como la gente que me quiere se aleja, por pura impotencia, supongo.
Quiero aprovechar estas líneas para decirle a todas las personas que viven, conviven o conocen a alguien que pasa por un proceso depresivo, que necesitamos AMOR, que nos hablen, que nos escuchen, que se acerquen a nosotros sin miedo al contagio. Que queremos que nos cuenten chistes, cosas divertidas, que nos ayuden a salir de la tristeza profunda que estamos viviendo.
A veces, sería suficiente con una sonrisa, con una llamada telefónica, con una palabra amable, con una caricia en la espalda. Generalmente sobran las arengas, los discursos o los consejos bienintencionados. La mejor medicina es el amor.
Bueno, parece que me he desviado un poco de mi objetivo inicial, pero lo que he dicho me ha salido del corazón y puedo deciros, sin pizca de verguenza, que he escrito estas líneas con lágrimas en los ojos.
Ahora ya voy al grano. En realidad yo he escrito a este blog para contar mi experiencia con un talismán que me regaló una amiga, un talismán llamado Energy de bolsillo.
Quiero compartir mi experiencia por si puede ser útil a otros. Tengo que decir que aunque nunca se pierde la esperanza totalmente (o eso espero), yo soy una mujer de poca fe (por lo menos en estos momentos). Pero en contraste, creo más en las causalidades que en las casualidades.
Así que cuando mi amiga me regaló el talismán, decidí ponérmelo para probar. La verdad es que me ha ayudado bastante, porque a pesar de que sigo deprimida, ahora por lo menos desde que llevo el Energy siento que tengo más energía y ganas de hacer las cosas. Me enfrento más entera a las tareas cotidianas (que para mí representan una montaña en estos momentos) y he vuelto a salir de casa. Gracias por escucharme (o por leerme).
Carmen
Activación de un talismán
Son numerosas las personas que han formulado preguntas sobre si deben activarse los talismanes y sobre la manera de hacerlo, así que voy a facilitaros una manera sencilla de realizar una activación.
Algunos talismanes tienen su propio manual de instrucciones y en este caso debéis seguirlo, para los que carezcan de él, vamos a dar algunas indicaciones.
Cada talismán contiene unas propiedades determinadas que deben transmitirse a la persona que lo lleva. Pero dado que en el pensamiento reside una gran fuerza energética, siempre resulta aconsejable personalizar el talismán.
Los pasos a seguir para personalizar un talismán son los siguientes:
1.- Encender una vela (solicitando que la luz de arriba me ilumine aquí abajo). Si se desea también se puede quemar un poco de incienso.
2.- Tomar el talismán entre las dos manos.
3.- Recitar un Padrenuestro (o cualquier oración con la que estemos familiarizados).
4.- Realizar la petición (que sea acorde con las potencialidades del amuleto), por ejemplo: te doy las gracias por atraer la prosperidad a mi vida (en el caso de que se trate de un amuleto que trae prosperidad).
5.- Dar las gracias.
6.- Recitar otro Padrenuestro para cerrar los trabajos.
De esta forma ya tendrás tu talismán personalizado. Sería intersante que pasados 15 días se vuelva a repetir la operación, después de haber puesto el talismán al sol dirante 3 horas, para reactivarlo.
Algunos talismanes tienen su propio manual de instrucciones y en este caso debéis seguirlo, para los que carezcan de él, vamos a dar algunas indicaciones.
Cada talismán contiene unas propiedades determinadas que deben transmitirse a la persona que lo lleva. Pero dado que en el pensamiento reside una gran fuerza energética, siempre resulta aconsejable personalizar el talismán.
Los pasos a seguir para personalizar un talismán son los siguientes:
1.- Encender una vela (solicitando que la luz de arriba me ilumine aquí abajo). Si se desea también se puede quemar un poco de incienso.
2.- Tomar el talismán entre las dos manos.
3.- Recitar un Padrenuestro (o cualquier oración con la que estemos familiarizados).
4.- Realizar la petición (que sea acorde con las potencialidades del amuleto), por ejemplo: te doy las gracias por atraer la prosperidad a mi vida (en el caso de que se trate de un amuleto que trae prosperidad).
5.- Dar las gracias.
6.- Recitar otro Padrenuestro para cerrar los trabajos.
De esta forma ya tendrás tu talismán personalizado. Sería intersante que pasados 15 días se vuelva a repetir la operación, después de haber puesto el talismán al sol dirante 3 horas, para reactivarlo.
La dependencia, el menosprecio y la sumisión
La autoestima es para el ser humano como la gasolina para el coche, la necesitamos para funcionar. Pero existen una serie de agentes contaminantes que dificultan la adquisición del nivel suficiente para sentirnos bien. Tres de ellos son la dependencia, el menosprecio y la sumisión.
Dependencia
En estos momentos el ser humano está utilizando un tipo de relación erróneo, basado principalmente en la dependencia, es decir, en la necesidad constante de aprobación por parte de sus congéneres. O bien intentamos captar la energía de los demás o procuramos situarnos bajo sus alas, dejando que nos arrastren por un camino que ha dejado de ser el nuestro.
Crear dependencia
Uno de los problemas más frecuentes que se presentan en la relación con los demás es la necesidad de crear dependencia, es decir, procurar que los demás dependan de alguna forma de nuestras acciones, sentimientos o ideas. Esto equivaldría a atar a alguien de una cuerda, como lo hacemos con los animales de compañía (los cuales nacieron libres y a los que hacemos totalmente dependientes de nosotros). Pero cada vez somos más sofisticados y ahora utilizamos artilugios que dan más o menos longitud a la cuerda, por lo que podría parecer que en algún momento hemos roto la dependencia.
Esta necesidad de intentar que los demás estén siempre siguiendo nuestras directrices viene dada por una inseguridad. Tratamos de acumular el máximo de energía posible, chupándosela a los demás, pensando que así tendremos la suficiente para mantenernos en el lugar que ambicionamos. A menudo esta situación se da por falta de información, porque la gente desconoce el hecho de que la energía es universal y podemos abastecernos de ella en cualquier lugar y momento sin abalanzarnos sobre nadie.
Sentir dependencia
La otra cara de la moneda es la de sentirse dependiente, es decir, buscar a alguien que nos guíe para evitar así el esfuerzo de decidir por nosotros mismos, minimizando así el riesgo a la equivocación.
Esta situación suele darse debido a la inseguridad que siente la persona que busca una dependencia y que cree que así se solucionarán sus problemas. Pero el motor principal de nuestra vida, lo que permite que asimilemos lo aprendido es la voluntad y si ésta se muestra inactiva la persona deja de incorporar la lección a la que se ha sometido, lo cual hace que resulte inútil.
Siempre que actuamos movidos por una voluntad ajena estamos perdiendo una gran parte de nuestro tiempo y lo único que sacamos en claro es la necesidad de activar nuestra iniciativa. Es fundamental comprender que el trayecto por la vida es individual y que los personajes que aparecen en ella sólo son parte del guión que hemos escrito. Resulta pues absurdo abdicar del papel protagonista.
La sumisión
La sumisión es una forma de dependencia más radical y por lo tanto más contraproducente. Anula nuestros recursos generando una especie de parada biológica en los procesos evolutivos de nuestro ser.
Pero debemos evitar confundir la sumisión con el servicio, ya que nosotros podemos ponernos conscientemente a servir a alguien sin adoptar una postura sumisa, comprendiendo la naturaleza del trabajo que estamos realizando.
A menudo el sumiso descubre horrorizado que en otra parte de su vida él también está sometiendo a alguien que está a su cargo.
El menosprecio
Podríamos decir que el menosprecio se sitúa dentro del espectro del “pecado” solar: la soberbia. Tanto cuando una persona se siente menospreciada como cuando es ella quien menosprecia, en el fondo podemos encontrar un complejo de inferioridad que le empuja a colocarse en una situación de reo o de verdugo para esconder su falta de seguridad en sí misma o su bajo nivel de autoestima.
Motivos
Existe otro tipo de dependencia que resulta mucho más sutil y complejo de detectar y es aquel que realizamos cada vez que fijamos un propósito en relación con alguien. Es decir, cuando deseamos que fulanito encuentre trabajo y esa persona nunca ha solicitado nuestra ayuda, estamos creando una dependencia hacia ella, ya que le mandamos una energía que puede violentarla en el caso de que el receptor se niegue a utilizarla o esté en desacuerdo con nuestra petición. Cuando lanzamos un decreto a ver a una amiga que tiene problemas y pensamos: “debería separarse”, estamos haciéndole un flaco favor y además nos atamos al karma que se desencadene de esa situación.
Es pues muy importante que controlemos la emisión de nuestros sentimientos y pensamientos para que dejen de influir negativamente en la gente que nos rodea y por lo tanto nos eviten la creación de dependencias.
Tristán Llop
Dependencia
En estos momentos el ser humano está utilizando un tipo de relación erróneo, basado principalmente en la dependencia, es decir, en la necesidad constante de aprobación por parte de sus congéneres. O bien intentamos captar la energía de los demás o procuramos situarnos bajo sus alas, dejando que nos arrastren por un camino que ha dejado de ser el nuestro.
Crear dependencia
Uno de los problemas más frecuentes que se presentan en la relación con los demás es la necesidad de crear dependencia, es decir, procurar que los demás dependan de alguna forma de nuestras acciones, sentimientos o ideas. Esto equivaldría a atar a alguien de una cuerda, como lo hacemos con los animales de compañía (los cuales nacieron libres y a los que hacemos totalmente dependientes de nosotros). Pero cada vez somos más sofisticados y ahora utilizamos artilugios que dan más o menos longitud a la cuerda, por lo que podría parecer que en algún momento hemos roto la dependencia.
Esta necesidad de intentar que los demás estén siempre siguiendo nuestras directrices viene dada por una inseguridad. Tratamos de acumular el máximo de energía posible, chupándosela a los demás, pensando que así tendremos la suficiente para mantenernos en el lugar que ambicionamos. A menudo esta situación se da por falta de información, porque la gente desconoce el hecho de que la energía es universal y podemos abastecernos de ella en cualquier lugar y momento sin abalanzarnos sobre nadie.
Sentir dependencia
La otra cara de la moneda es la de sentirse dependiente, es decir, buscar a alguien que nos guíe para evitar así el esfuerzo de decidir por nosotros mismos, minimizando así el riesgo a la equivocación.
Esta situación suele darse debido a la inseguridad que siente la persona que busca una dependencia y que cree que así se solucionarán sus problemas. Pero el motor principal de nuestra vida, lo que permite que asimilemos lo aprendido es la voluntad y si ésta se muestra inactiva la persona deja de incorporar la lección a la que se ha sometido, lo cual hace que resulte inútil.
Siempre que actuamos movidos por una voluntad ajena estamos perdiendo una gran parte de nuestro tiempo y lo único que sacamos en claro es la necesidad de activar nuestra iniciativa. Es fundamental comprender que el trayecto por la vida es individual y que los personajes que aparecen en ella sólo son parte del guión que hemos escrito. Resulta pues absurdo abdicar del papel protagonista.
La sumisión
La sumisión es una forma de dependencia más radical y por lo tanto más contraproducente. Anula nuestros recursos generando una especie de parada biológica en los procesos evolutivos de nuestro ser.
Pero debemos evitar confundir la sumisión con el servicio, ya que nosotros podemos ponernos conscientemente a servir a alguien sin adoptar una postura sumisa, comprendiendo la naturaleza del trabajo que estamos realizando.
A menudo el sumiso descubre horrorizado que en otra parte de su vida él también está sometiendo a alguien que está a su cargo.
El menosprecio
Podríamos decir que el menosprecio se sitúa dentro del espectro del “pecado” solar: la soberbia. Tanto cuando una persona se siente menospreciada como cuando es ella quien menosprecia, en el fondo podemos encontrar un complejo de inferioridad que le empuja a colocarse en una situación de reo o de verdugo para esconder su falta de seguridad en sí misma o su bajo nivel de autoestima.
Motivos
Existe otro tipo de dependencia que resulta mucho más sutil y complejo de detectar y es aquel que realizamos cada vez que fijamos un propósito en relación con alguien. Es decir, cuando deseamos que fulanito encuentre trabajo y esa persona nunca ha solicitado nuestra ayuda, estamos creando una dependencia hacia ella, ya que le mandamos una energía que puede violentarla en el caso de que el receptor se niegue a utilizarla o esté en desacuerdo con nuestra petición. Cuando lanzamos un decreto a ver a una amiga que tiene problemas y pensamos: “debería separarse”, estamos haciéndole un flaco favor y además nos atamos al karma que se desencadene de esa situación.
Es pues muy importante que controlemos la emisión de nuestros sentimientos y pensamientos para que dejen de influir negativamente en la gente que nos rodea y por lo tanto nos eviten la creación de dependencias.
Tristán Llop
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