¿Eres de los que van directo al grano, de las que toman el toro por los cuernos, o prefieres primero comerte el coco, darle vueltas al asuntos hasta donde se pueda?
A menudo tenemos tendencia a perdernos en una maraña de preguntas que pueden llevarnos a olvidar el motivo real de la cuestión, como le pasó al Rey.