Cuando llevamos un tiempo trabajando en el campo de la Luz, tenemos tendencia a relajarnos y a pensar que todo se operará de oficio, sin que tengamos que movernos demasiado. Craso error.
Os paso a continuación una conversación con mi hermana Soleika, que ha acabado en artículo para nuestros blogs.
Esta mañana he tenido un flash, y al compartirlo con mi hermano Tristán se me ha ampliado (como siempre cuando hablo con él) la comprensión, el flash ha pasado de ser un simple foco a un potente faro... (sigue)
Yo le estaba comentando que había estado comunicando con el alma de una persona de mi entorno que lleva algún tiempo tocándome la fibra (por decirlo con un eufemismo, que queda más fino).
Llevé a cabo una meditación profunda y le pregunté al alma de esta persona el por qué de su comportamiento, y eso fue lo que me contestó: “Mi misión es ayudarte a que te empoderes del todo, no sólo a ratos. Cuando creas un vacío de poder, es decir un vacío de voluntad, abres una puerta para que otra voluntad ocupe ese lugar. Y entonces y coloco la mía y te doy la lata. Para que te dieras cuenta, tenía que ponerte contra las cuerdas porque cuando no hay nada que te perturbe te vuelves un poco pasiva y abandonas a ratos tu cetro.”
Oído cocina… Dicho de otro modo, a cada vez que abandonamos nuestro trono, otra persona se sienta en él. Dialogando un día con un guía de luz, le expresé el cansancio que siento a veces por tener que estar siempre al pie del cañón, siempre vigilando, en estado de alerta y me contestó que yo había elegido mi trabajo, que no me quejara.
Mi hermano me lo hizo entender de otra manera, me dijo: “Quien ha elegido ser un guerrero de la luz ha de tener siempre la espada a punto, ¿acaso en las películas de guerreros has visto alguno que se abandone a la contenplación o que se monte un chiringuito en las Bahamas? No, siempre están atendiendo alguna batalla y cuando se toman un breve descanso, es para planear la siguiente movida.”
Es cierto, estamos viviendo una etapa evolutiva en la que los guías de luz nos están cediendo su poder, que es como decirle a un niño. “Te dejo el mecano para que juegues tú solito, a ver lo que eres capaz de crear”. Por eso a veces nos sentimos como desangelados (nunca mejor dicho), como si nos abandonaran a nuestra suerte y no es eso, lo que ocurre es que nos toca coger el timón de nuestro propio barco.
Nos toca activar nuestra magia, y que no pase ni un solo día sin que la movamos en un sentido u otro. De esta manera tendremos siempre a tope nuestros depósitos de voluntad y no se nos colarán historias que no deseamos. Las entidades de la sombra están más que nunca pendientes de nosotros porque a nivel de conciencia colectiva estamos pidiendo más madera, más luz. Así que se ocupan de rellenar de forma inmediata cualquier vacío que dejemos, pero no lo hacen con intenciones malévolas sino para ayudarnos a mover ficha, para que no nos echemos la siesta sobre el tablero.
Desde estas páginas, iremos proponiendo pequeños trucos de psiquemagia para mantener viva esta parte de nuestra psique, la que sabe obrar prodigios.
A mi hermano Tristán se le ocurrió la genial idea de crear mentalmente un escáner, como los de los aeropuertos, y colocarlo encima de la puerta de entrada principal de nuestra casa, como si fuera un arco redondo. Lo dotaremos del poder necesario para impedir la entrada a los “viles metales”, es decir a las sombras, a los condicionamientos del mundo material, de manera que quien penetre en nuestro hogar lo haga con su energía propia, con su luz pura, sin añadidos.
Pero se tratará de activarlo todos los días. Porque es como una planta, si no la riegas, se muere. Y la manera de activarlo podría ser plantarse cada mañana delante de la puerta y pronunciar las siguientes palabras: “Activo este escáner con la finalidad que quienes traspasen esta puerta dejen fuera todas sus sombras. Que así sea. Amén.”
Soleika y Tristán Llop