Ritual de la Estrella de Belén

Aquí tenéis un pequeño ritual, pensado con el corazón, para que podamos unirmos el día 20/12 desde distintos puntos del mundo para transmitir una energía común llena de esperanza, de amor y de ilusión. (Haz clic aquí para obtener más datos sobre lugares y horarios)

Formar una estrella de 5 puntas con todas las personas dándose la mano con los brazos abiertos a la altura de los hombros y las piernas abiertas (en forma de estrella) y una persona se sitúa dentro para dirigir la ceremonia. Poner un dibujo de una estrella de 5 puntas en el centro. Los que sean pocos o estén en su casa, se dan la mano en círculo y ponen la estrella en el centro...(sigue)

Alocución
Nos reunimos hoy en todo el mundo para activar una energía, la que promueve el nacimiento del espíritu crístico en cada uno de nosotros. Por encima de las creencias o de las religiones existe una necesidad común de promover movimientos que nos lleven a compartir, a vivir experiencias, a poner nuestro granito de arena en favor de un mundo mejor. El espíritu principal de este evento es la unión y el cemento o el pegamento que la cohesiona es esa fuerza universal que traspasa fronteras y que aúna corazones: el Amor.

Cuando nos unimos para una causa común estamos multiplicando nuestra energía y generamos movimientos en el ámbito físico, emotivo y mental. Nada es más útil para el universo que la acción amorosa de un grupo de gente que actúa con plena conciencia.

Estos movimientos son transformadores y generan cambios en las personas que participan en ellos.

Ritual
Cierra los ojos. Imagina que un chorro de diminutas bolitas violetas penetra por tu coronilla y se reparte por todo tu cuerpo, invadiendo tus células. Imagina que estas bolas se abren y te transmiten una sensación de gran bienestar, de paz, de armonía…

Imagina que la estrella que está en el centro está formada de 72 pequeños puntos y cada uno de ellos se enciende con una luz rosa muy dulce. Cada punto manda un haz de luz hacia arriba, y se unen a dos metros del suelo. Tienes así un chorro de luz formado por 72 luces. Ese chorro se dirige hacia ti y a cada componente de la estrella viviente y entra por la coronilla. Se transmite a tus brazos y piernas de modo que la luz que reflejas hace de ti una estrella viviente. Te das cuenta entonces que eres una estrella que forma parte de otra estrella mayor… que todo el universo es una gran estrella.

Desde el centro de tu estrella, desde tu corazón, sale un rayo rosa que se dirige a lo alto del Tíbet, donde se une a los rayos de todas las estrellas vivientes que se están formando en ese momento en el mundo, las de España, Colombia, Perú, EEUU, Ecuador, Chile, Argentina, Francia, Italia, Brasil, etc.

Una vez unidos los rayos, tejen una telaraña que engloba el mundo entero. Imagina como de cara uno de los filamentos de esa tela caen diminutas gotitas de esencia de amor que se reparten por todos los confines de la tierra. Imagina como ese Amor penetra en los corazones de los seres humanos haciendo que tengan un sentimiento de amor y de unión con el espíritu de la Navidad. Imagina como los que tienen comparten con los que no tienen. Imagina como todos se abrazan y viven un momento intenso de felicidad. Imagina como sientes tú esa felicidad. Imagina como tus brazos de luz te rodean a ti y eliminan cualquier rastro de pena o de negatividad. Imagina que eres feliz.

Imagina como recoges tu rayo hasta llevarlo de nuevo a tu corazón. Ahora concéntrate durante un minuto y pide un deseo… Imagina que la estrella de 72 luces te lo concede, siente la felicidad que te genera haberlo conseguido…

Da las gracias y ve como el rayo que te conectaba con la estrella de 72 luces desaparece. Tienes una sensación de felicidad, de bienestar, de paz. Eres feliz.

Recuerda llevarte una cámara de fotos para inmortalizar el momento y poder compartirlo con los demás. Espero vuestros comentarios sobre la experiencia.

Que la estrella os sea propicia

Tristan Llop, La búsqueda del tesoro interior