Aires de cambio

Estamos en el primer día del año 2010. Mientras desayunaba con mi esposa se me ocurrió que debíamos empezar el año pasando puentes, así que dicho y hecho.

Nos arreglamos para salir (estábamos en pijama) y nos fuimos a buscar el puente del Trabajo (curioso nombre ¿no?). Nos paramos al principio del puente y decidimos que ése era el puente que representaba el pasado y que al que al pasarlo repetiríamos 12 veces, a conciencia las siguientes frases...:

Pido perdón por todos los errores cometidos consciente o inconscientemente, en esta vida o en vidas pasadas. Así mismo, perdono a todos los que me hayan ofendido, consciente o inconscientemente, en esta vida o en vidas pasadas.

Lo curioso fue que al pasar el puente un viento huracanado nos empujó hacia delante, como diciendo, espabilar que esto ya lo teníais que haber hecho antes. La verdad es que nos sentimos muy bien después de hacerlo.

Luego paseamos hacia el segundo puente, el del futuro. De hecho es un puente futurista diseñado por Santiago Calatrava. Nos paramos al principio y decidimos repetir 12 veces:

Acepto los cambios que me reserva el futuro sin ofrecer resistencia.
Me encamino hacia el futuro con Voluntad y amor.

Os relato aquí mis andanzas por si a alguien le puede resultar útil, porque pienso que todos tenemos puentes que pasar. Que tengáis un año fructífero.

Tristán Llop la búsqueda del tesoro interior