Los hijos y nuestras proyecciones

Parece que le he cogido el gusto a esto de los vídeos, así que temblad... Además, todo esto me está llevando a replantearme muchas cosas y a cambiar estrategias en mi vida (para que veáis que predico con el ejemplo, jejeje). De momento ya he modificado el título del blog y creo que éste va más en la nueva línea que quiero seguir. Tengo que dar públicamente las gracias a mi buen amigo Juan Carlos Gómez de Colombia por sus juicios iluminados. También he modificado un poco el Menú Principal y he puesto debajo un apartado de Productos y Servicios, para que quede claro que lo primero es la busqueda del tesoro interior y los productos sólo son medios que pueden ayudar a alcanzar ese objetivo principal.

Espero que os guste el nuevo enfoque y que me mandéis a menudo vuestros comentarios para ir rectificando el ángulo.

En este vídeo os hablo de una conversación que he tenido en el mercado, con una amiga que trabaja allí, sobre los hijos y la manera de conseguir que sean felices.

http://elarboldorado.com/productos/shungit-la-piedra-inteligente/

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Magnífica exposición Tristán aunque esta se extiende, así lo veo yo, a todos los ámbitos de relaciones que mantenemos.
Tu idea de hacerlo en vídeos resulta estupenda (que no te lo dije ayer).
Un saludo.
Félix (Mb).

Anónimo dijo...

Me quede embarazada con 18 años y me asuste, mi abuela me vio llorando un dia en la terraza y me pregunto, yo le dije que no sabria criar a un niño que era muy dificil. Ella me toco la barriga y me dijo: Que persona tan especial eres, fijate si es asi que Dios te ha dejado a un angelito en tu vida para que aprendas. Muchas veces no entendemos que los hijos son una manera de poder aprender. Un beso.
Lou M.

Kyra Gaus dijo...

Que el Padre-Madre Dios multiplique tu nueva creación Tristán

Abrazos de Luz
Kyra G.

Juan Carlos dijo...

Que buen video, corto, con mensaje y con una analogía genial!.

Fíjate como en la señora del mercado está el conflicto vivo que existe entre los signos de fuego (leo) y los signos de tierra que seguramente es la mamá de ese hijo o sea la señora del mercado.

el signo de tierra se preocupa por la estabilidad y las rutinas, mientras que al de fuego lo que le interesa es explorar sus iniciativas, su posiblilidades.

Ninguno de los dos es mas que el otro, si las relaciones se basaran en el respeto, y en ver que cada uno de nosotros expresamos diferencias, sin por eso ser mejor o peor, el mundo sería mas tolerante y tendríamos gente mas feliz.

Gracias Tristán por estos mensajes tan hermosos y tan llenos de enseñanza.

Anónimo dijo...

Tu reflexión me ha ayudado a entender lo que estoy viviendo en estos momentos con mi hijo adolescente. Parece que sabe lo que quiere pero, según mi opinión, no se estaba esforzando lo suficiente para conseguirlo. Tengo claro claro que es feliz. Por lo tanto voy a procurar dejar de preocuparme, voy a confiar en él.A partir de lo que has planteado me he dado cuenta que la felicidad es el objetivo final.Debe tomar sus decisiones y ha de vivir sus experiencias para crecer.
Muchas gracias Tristán por ayudarme a abrir, una vez más, los ojos.
Besos
Aurora

AnnaMArnau dijo...

Hola Tristan!
Tienes mucha razón, he pasado por la experiencia, como hija rompiendo todos lo moldes en que me querian encasillar y ahora como madre. Y es cierto queremos que sean "bajo nuestra percepción" sin darnos cuenta que cada cual es como es y que tiene la semilla del gran árbol que será, todo a su tiempo.
Ahh lo de los videos genial!!
Un abrazo

Carme Llimargas dijo...

¡Hola Tristán! Me gustaría aportar mi granito de arena con unos versos de Khalil Gibran , que de niña me impactaron y ya de madre, me ayudaron a entender...
¡Un abrazo de luz!
Carme Llimargas

Tus hijos no son tus hijos,
son hijos e hijas de la vida,
deseosa de sí misma.

No vienen de ti,
sino a través de ti,
y aunque estén contigo,
no te pertenecen.

Puedes darles tu amor,
pero no tus pensamientos,
pues ellos tienen sus propios pensamientos.

Puedes abrigar sus cuerpos,
pero no sus almas,
porque ellos
viven en la casa del mañana,
que no puedes visitar,
ni siquiera en sueños.

Puedes esforzarte en ser como ellos,
pero no procures hacerles semejantes a ti,
porque la vida no retrocede ni se detiene en el ayer.

Tú eres el arco del cual tus hijos,
como flechas vivas,
son lanzados.
Deja que la inclinación,
en tu mano de arquero,
sea para la felicidad.